Hoy, 20 de Marzo, es el día mundial del Trastorno Bipolar. Es un día no para celebrar, sino para visibilizar y sensibilizar a las personas sobre esta enfermedad mental grave. Es un día para recordar que sin salud mental, no somos realmente libres, pues estamos sujetos a una química cerebral que no funciona correctamente. Cuando alguien tiene diabetes, o un problema del corazón, o un deficiencia física, lo entienden rápidamente, es lógico. Pero cuando se trata de salud mental, comprendo que todavía es complicado. Sobre todo si nunca has tenido una experiencia similar, o alguien cercano a ti.
Sin embargo, el Trastorno Bipolar puede ser muy incapacitante y muy duro. Lo sé, porque yo misma lo padezco. Se necesita medicación diaria y regularla cuando es necesario, es necesario un conocimiento y aceptación de la enfermedad, además de un autoconocimiento, terapia psicológica y apoyo terapéutico, todo junto un apoyo familiar, social y del entorno en general. Por eso, escribí mi primer libro infantil, «La brújula de mis emociones», para ayudar a educar y romper estigmas sobre el trastorno bipolar.
Espero que poco a poco, la sociedad vaya avanzando en el buen camino en todas las prácticas en cuanto a salud mental se refieren.